Para entender la situación política en EE.UU.


Vicenç Navarro sigue ofreciéndonos su inestimable y valioso conocimiento sobre la sociedad y la política estadounidenses. Como continuación a su anterior artículo, donde nos ayudaba a entender el funcionamiento del sistema electoral estadounidense, ahora, en su nuevo y completo análisis, titulado «Como entender la situación política de EE.UU.: Parte II», nos explica detalladamente las características de las distintas clases sociales norteamericanas, y nos relata algunas claves para entender el desarrollo de la campaña política. Recomiendo la lectura completa del artículo, pero a modo de resumen copio algunos fragmentos:
Los problemas existentes en la cobertura mediática de aquella realidad
Como documenté en aquel informe, la realidad de aquel país no es fácil de entender: las categorías y la narrativa utilizadas en la cultura política estadounidense son muy distintas, y a veces incluso opuestas a las existentes en nuestro país. Un liberal, por ejemplo, es en EEUU una persona que favorece la expansión del gasto público, y el desarrollo de políticas redistributivas, precisamente al revés que en España y en Europa donde los partidos liberales están a favor del descenso del gasto público y están en contra de políticas redistributivas (ver aquel informe, parte I, para ver otras diferencias entre las culturas y narrativas políticas de EEUU y de España).
Para entender el comportamiento electoral de la población hay que analizar no sólo la raza y género del electorado sino también su clase social.
Para entender aquel país hay que conocer, no sólo su estructura demográfica (raza, género, grupo étnico y edad) sino también su estructura social. En contra de lo que se cree en gran parte de los medios de comunicación españoles, EEUU no es una sociedad de clases medias.
La clase empresarial tiene un enorme poder. En ningún otro país desarrollado tal clase tiene tanto poder como en EEUU. Y este poder se basa en la enorme debilidad de la clase trabajadora, la clase trabajadora más débil del mundo occidental. Sólo un 12% de la fuerza laboral (sólo un 7.4% de los trabajadores en el sector privado) están sindicalizados.
El hecho de que EEUU sea uno de los países de la OECD con menos huelgas se debe a este hecho. El trabajador se lo piensa dos veces antes de ir a una huelga, donde su derecho de huelga es muy limitado y se ha incluso visto más debilitado durante el periodo Bush, el Presidente más pro-clase empresarial y antisindical que ha habido en EEUU desde Calvin Coolidge. Durante los ocho años de su mandato, un millón de estadounidenses perdieron cada año su cobertura sanitaria, alcanzando el número (tanto absoluto como porcentual) desde la II Guerra Mundial más elevado de personas sin cobertura sanitaria. Un número tres veces superior ha visto su cobertura disminuida con aumentos de copago y pagos directos.
El sistema político estadounidense es escasamente democrático. Cómo aparece el poder de clase en el proceso electoral
Una de las maneras como el poder de clase aparece en el sistema político es mediante la privatización del sistema electoral. Los fondos privados son los que financian las campañas electorales, incluyendo las primarias de los Partidos Demócrata y Republicano. El dinero es el motor de la maquina política y los grupos y clases que tiene más dinero tienen mayor poder para influenciar aquella maquina incluyendo a los candidatos.
La gran mayoría de donantes proceden del 30% del nivel de renta superior de la población estadounidense. Hay un sesgo de clase muy marcado en quién da, cuánto da y a quién se da. Este tipo de donaciones individuales adquieren mayor influencia a medida que avanza la campaña electoral, pues es durante la exposición del candidato en los debates y en los anuncios televisivos y radiofónicos cuando el candidato moviliza a los donantes individuales. De ahí que Obama esté recibiendo durante las primarias más dinero que Clinton pues, como detallaré más tarde, su electorado incluye, al 30% de la población blanca de renta superior que tiene mayor capacidad donante que las bases de Hillary que son los trabajadores y trabajadoras (excepto los negros) y los pensionistas con mucha menor capacidad de donación. El New Cork Times informó que Obama está recibiendo 1 millón de dólares cada día, comparado con ½ millón en el caso de Clinton (NYT, 12/02/08)
Clase, por lo tanto, (una variable raramente citada en los medios de comunicación) juega un papel clave para la financiación de la campaña, y discrimina a los candidatos de izquierda como Kucinick o de centro izquierda como Edwards, que tienen muchas dificultades para conseguir fondos y tener acceso a los medios para promover sus candidaturas. Los dos tuvieron que abandonar las primarias por falta de fondos, lo cual se interpreta maliciosamente por las derechas o por los otros candidatos, como falta de apoyo popular. En realidad, no es falta de apoyo popular sino falta de apoyo de la clase empresarial, consecuencia de que las propuestas de tales candidatos afectarían negativamente a sus intereses. Kucinick, por ejemplo, fue el único candidato que propuso la financiación pública del sistema sanitario (como existe en todos los países de la Unión Europea), antagonizando con ello a las compañías de seguro sanitario, así como a la industria farmacéutica y a otros grupos de presión del sector sanitario, que se movilizaron activamente para que no recibieran fondos, movilización que fue secundada por la gran mayoría de la clase empresarial que se sentía amenazada por tal propuesta y otras semejantes que hizo el candidato.
El sentir antiestablishment de las clases populares ha crecido durante la época Bush
La población es consciente del enorme poder de la clase empresarial en la vida política del país, en el gobierno federal (particularmente acentuada en los años Bush Jr.) y en el Congreso de EEUU. Como indiqué antes, las encuestas muestran claramente que la población no cree que el Congreso de EEUU, por ejemplo, represente sus intereses, sino que representan los intereses de los grupos empresariales y profesionales que les financian. No existen ningún otro país que tenga mayor alienación política de la población hacia sus instituciones representativas (que se acentúa en la medida que el nivel de renta del individuo disminuye) que EEUU. La gran mayoría de la población adulta no participa en los procesos electorales. Y en las elecciones presidenciales sólo el 52% (la mitad de la población, que tiene mayor renta) participa. El 48% de la población restante (la mayoría de la cual es clase trabajadora) no vota.
El fenómeno Obama
Sin la enorme frustración y alienación existente en EEUU hacia el establishment político y empresarial Obama no hubiera sido ni una nota de pie de página en estas primarias. Incluso el hecho de que sea negro ha jugado un papel clave a su favor como explicaré más adelante.
Se propuso alcanzar a un amplio espectro de la población enfatizando la unidad de razas, de géneros e incluso de clases sociales en un proyecto común, anti-Washinton, identificando a su oponente, Hillary Clinton, con Washington. Tal amplio abanico electoral le exigía adoptar un programa y un tono que uniera al máximo de la población. De ahí que hiciera las propuestas de políticas públicas más moderadas de todos los candidatos demócratas, a fin de no amenazar a las clases de renta superior a las que quería también integrar en su coalición electoral. Ello explica la recepción tan favorable que ha recibido por parte de los medios de información. Como decía Krugman en su artículo en el New York Times, nadie se siente amenazado en este discurso unitario: solo los lobbies de Washington. Pero, como también dice Krugman, el cambio que propone en su discurso, requeriría unas medidas mucho más ambiciosas que las propuestas que él hace.
De momento, el apoyo electoral de Obama ha sido el voto negro (80%), el voto joven (62%) y el voto blanco de clase profesional de estudios superiores (42%). La clase trabajadora (excepto la negra) continúan absteniéndose y la que vota demócrata lo ha hecho primordialmente a Hillary Clinton, tanto el hombre como la mujer trabajadora (con un porcentaje mayor de mujeres que de hombres). El apoyo de tal clase a Clinton se debe primordialmente a la preocupación sobre el deterioro económico del país y su recuerdo de la situación económica de tiempos de Bill Clinton mejor que la actual. La mayoría de sindicalistas (la mayoría de sindicatos, influyentes entre las bases del Partido Demócrata) apoyan también a Clinton.
Políticas internacionales
Tanto él [Obama] como Hillary Clinton tendrían gran simpatía con el gobierno socialista español por sus medidas en defensa de los derechos humanos como el matrimonio gay, igualdad de derechos y otros, que cuentan con una gran simpatía en EEUU entre sectores influyentes del Partido Demócrata.
La relevancia de las primarias para las izquierdas españolas
Hoy, un negro y una mujer en EEUU están luchando para ganar unas elecciones y los dos están llamando al voto de la población trabajadora, haciendo una llamada a la alianza de clases (clase trabajadora y clase media) en contra de la corporate class que controla la capital política Washington. Están intentando capitalizar un movimiento anti-clase política denunciándola por su proximidad a la corporate class. Es sorprendente que los dirigentes del Partido Demócrata (que son más moderados que los dirigentes de izquierda de nuestro país) estén hablando de y a la clase trabajadora cuando aquí en España casi nadie lo hace. Y ello es un error.

Acerca de mercè

documentalista, bloguera, socialista y socrática convencida
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3 respuestas a Para entender la situación política en EE.UU.

  1. Interesante… muy interesante.

    Un saludo.

  2. Pablo Porteño dijo:

    Muy buen análisis hace Vincenç Navarro acerca de la realidad Norteamericana quitando los velos que la pintan como «democracia ideal».
    Espero que en España, sobre todo los militantes de izquierda tengan en cuenta las observaciones que hace el autor para evitar caer en idéntica alienación:
    «La excesiva proximidad de la corporate class de España con el poder político, frente principal de la moderación y limitada vocación reformista de las izquierdas puede extenderse, creando un resentimiento antiestablishment que incluiría a las izquierdas en este establishment. Existen ya indicios de ello que se traducen en la desmovilización de las bases de los partidos de izquierda. El enorme subdesarrollo del Estado de Bienestar español se basa en el temor a antagonizar a los poderes económicos, financieros y de clase que continúan presionando para bajar los impuestos. La filosofía liberal (en el sentido europeo) está influenciando a las izquierdas y ello conducirá (si no se corrige) a una creciente alienación hacia las instituciones políticas, como ha ocurrido en EEUU.»
    Lamentablemente la profesionalización de la politica entendiendo a los políticos como «clase» al márgen de la sociedad y al servicio de los intereses que los sostienen nos llevan a ello, caso parecido sucede también en Argentina.

    ¡Un abrazo a los cumpas españoles!

  3. Pingback: ¿Como funciona el sistema electoral de los EEUU?

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