Llevo un rato escuchando al maestro J. S. Bach en Spotify. Os dejo dos piezas de uno de sus conciertos de Brandemburgo, el Allegro y el Andante del Concerto No. 2 in F major BWV 1047. Como todo en Bach, es sublime:
Más Bach en mi blog:
Llevo un rato escuchando al maestro J. S. Bach en Spotify. Os dejo dos piezas de uno de sus conciertos de Brandemburgo, el Allegro y el Andante del Concerto No. 2 in F major BWV 1047. Como todo en Bach, es sublime:
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Tuve mi época en la que me gustaba la música barroca; pero por repetitiva cansa. Prefiero, hoy, el clasicismo o el romanticismo, junto a las óperas y las zarzuelas. De hecho, entre lo que me piden en el programa que hago, nunca hay peticiones de música barroca, salvo Vivaldi, cuando vamos cambiando de estación 🙂
No me parecen argumentos de mucho peso para juzgar la aportación de J.S. Bach al patrimonio intelectual de la Humanidad.
No sé a qué te refieres, en cualquier caso para mí Bach es el mejor
Me refiero al carácter «repetitivo» y cansino de la música barroca que alega el Sr. Saborido. No debe entender mucho de música quien basa su crítica en apreciaciones como esa, o en su preferencia por las zarzuelas. Ijole, se necesita valor para emitir una opinión como esa. Equivale a platicar cosas del tipo de: «No, si Velázquez está padre, pero donde estén las tiras cómicas de Mafalda…»
Que conste que no estoy criticando a nadie. Sobre preferencias no hay nada escrito, y además el triunfo de la cultura popular es una realidad. Si hay alguien que dice que prefiere escuchar La del Soto del Parral antes que una sonata para piano de Mozart, está muy en su derecho, aunque sean puras weas. 🙂
P.D.: Aprovecho para sugerir que ustedes deberían considerar la posibilidad de autorizar mis comentarios tanto en este blog como en Jerezaneando. Las voces discrepantes no tienen por qué ser riesgosas para las bitácoras del PSOE, sino todo lo contrario, un beneficio a la hora de atraer lectores y nuevos comentaristas. En fín, ustedes sabrán… Como dicen en España, más entiende el loco en su casa que el cuerdo en la ajena.