El medio es el mensaje, más que nunca

Marshall McLuhan

McLuhan era un visionario y su aldea global interconectada es hoy una realidad que casi nadie discute, a excepción de algunos neoluditas practicantes. Con Internet y las redes sociales se cumple más que nunca su máxima «el medio es el mensaje». Y en Internet y las redes sociales ese mensaje no se puede controlar como en otros medios tradicionales. Por eso el gobierno del PP, en su meteórica carrera por eliminar todo aquello que huela a libertad, pretende ahora reformar la Ley de Seguridad Pública y prohibir la difusión de imágenes grabadas de la policía…. Lo que no se ve no existe. ¿Qué será lo siguiente?

Como escribe acertadamente Antoni Gutiérrez-Rubí, la información ha dejado de ser patrimonio exclusivo de los periodistas y los medios donde escriben, ahora nosotros damos las noticias, la aldea global interconectada. Y eso es algo que preocupa, y mucho, a los enemigos de la libertad de opinión que controlan la mayoría de medios convencionales (veáse como ejemplo la caverna mediática y su caterva de plumillas faltones), en su pretensión de que solo conozcamos su versión de las cosas.

En la «peligrosa» red y amplificadas por las redes sociales, encontramos todas las versiones posibles, todas las ideologías, todos los argumentos, las voces de quienes son acallados en otros medios, y todo ello sin intermediarios que distorsionen el mensaje. Permiten la libre expresión a cualquier persona desde cualquier rincón del mundo. ¿Puede haber mayor libertad que esa? La voluntad colectiva no se puede controlar y hoy el medio, más que nunca, es el mensaje.